El pasado viernes 21 de mayo estuvimos realizando nuestra primera Jornada de Vacunación en contra de la Homolesbotransfobia pero más en especifico contra la Lesbofobia y la discriminación hacia las personas y sus identidades sexuales diversas, en apoyo a la campaña internacional Curas que Matan.
Provistas de jeringas de colores, mascarillas debidamente identificadas con la bandera gay y panfletos, salimos a la calle a demostrar una vez mas que no tenemos miedo y que estamos dispuestas a demandar el reconocimiento de nuestra existencia en la sociedad. Hacer un cambio para transformar las lógicas de opresión que atemorizan e instalan la lógica de la violencia, el rechazo y la discrimina
ción.Iniciamos nuestra jornada con un breve calentamiento en el emblemático parque Duarte de nuestra Zona Colonial, para luego desplazarnos hacia el Parque Colon y calle El Conde.
Reacciones? de todo tipo. Cuando se habla de lesbofobia no todas las personas quieren relacionarse con el tema, para much@ es un asunto de ''O lo soy, o no lo soy'', sí, algunas personas se negaron de plano a escuchar nuestro mensaje, otras nos repelieron como se repelen a los vendedores ambulantes que tan habilmente abordan a cualquier ciudadano que deambule en la zona, pero otros, los muchos escucharon nuestro mensaje pacientemente y en silencio. Otros inclusive nos preguntaban sobre la actividad y nos pedían que les explicáramos un poco más, otros simplemente nos dieron las gracias como se les dan las gracias a los evangelizadores de cualquier parte de nuestra ciudad.
El clímax de nuestra presentación consistió en que una vez explicadas las consecuencias de la discriminación le ofertamos a nuestro oyente, libre de costo, la aplicación de una vacuna ‘‘simbólica’’ contra la lesbofobia y como recompensa se le entrego un botón de ‘‘vacunad@’’ tras realizar el compromiso social de no incurrir en discriminación de ningún tipo en virtud de la orientación sexual de una persona.
Pero lo más importante de todo esto es que estamos haciendo los esfuerzos por alcanzar nuestra visibilidad como lesbianas. El mensaje está llegando y estamos confiadas en que si bien no todas las personas aceptaran nuestras ideas, al menos estamos haciendo conciencia de que existimos, de que estamos organizadas, de que no, no tenemos miedoporque como Virginia Woolf creemos, afirmamos, sentimos que “No hay barrera, cerradura, ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente” de nuestros cuerpos colectivos.
Colectiva Lésbica feminista LAS TRES GATAS
